martes, 14 de junio de 2016

El Nobel Karl Landsteiner



Karl Landsteiner , Nació en Viena el 14 de junio de 1868 fue un patólogo y biólogo austriaco, más conocido por haber descubierto y tipificado los grupos sanguíneos. Se le concedió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en el año 1930.

Realizó su licenciatura y doctorado en Medicina en su ciudad natal. Al terminar sus estudios trabajó en los Laboratorios de Química Médica de Zúrich. En la Universidad de Viena ocupó la cátedra de Anatomía Patológica. De 1908 a 1920, Landsteiner fue quien se encargó de la preparación de las disecaciones en el Wilhelminenspital de Viena, y en 1911 prestó juramento como profesor asociado de Anatomía patológica. 
Durante ese tiempo descubre; en cooperación con Erwin Popper; el carácter infeccioso de la poliomielitis, aislando el Poliovirus. En reconocimiento a este descubrimiento revolucionario, que constituyó la base para la lucha contra la polio, fue póstumamente introducido en el Polio Hall of Fame de Warm Springs, Georgia dedicándoselo en enero de 1957.

Posteriormente en 1940, junto con Alexander Salomon Wiener, descubre otro antígeno en los hematíes al que bautiza como factor Rh, al haberse hallado en el suero de conejos inmunizados con sangre procedente de un mono de la India, el macaco Rhesus (Macaca mulatta). Un niño que tiene el factor Rh, es decir, es Rh+, puede inmunizar a su madre Rh- durante la gestación. Esta desarrolla anticuerpos específicos anti-Rh que pueden, en su segundo embarazo, atravesar la placenta y producir el aborto o una enfermedad hemolítica en el recién nacido que cursa con ictericia, la temible eritroblastosis fetal. Más tarde Ronald A. Fisher describió otros sistemas de antígenos eritrocitarios y hoy en día se conocen un total de hasta 42 antígenos distintos en los glóbulos rojos humanos.


Gracias a sus trabajos pioneros en inmunohematología se estableció la compatibilidad sanguínea entre las distintas sangres de los seres humanos. El descubrimiento de los grupos sanguíneos por Karl Landsteiner, del que se cumple el primer centenario en 2016, facilitó la labor de la justicia al permitir los análisis periciales en casos de litigio de paternidad, y lo que es más importante, hizo posible las transfusiones sanguíneas seguras basadas en criterios científicos, evitando los temibles accidentes postransfusionales (hemólisis o destrucción de los glóbulos rojos y lesiones renales) por la falta de compatibilidad sanguínea.

 
Posteriormente tras permanecer en La Haya tres años, se trasladó a Nueva York para trabajar, a partir de 1922, en el Rockefeller Institute for Medical Research, donde entró en calidad de médico investigador y en el que descubrió el factor Rhesus.
Fallece en Nueva York el 26 de junio de 1943, dejando un gran legado a la ciencia.