TOLERANCIA
Ser tolerante es lo mismo que ser respetuoso,
indulgente y considerado con los demás. Es una cualidad personal que se
define como el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás,
aunque sean diferentes o contrarias a las nuestras.
Ser tolerante es aceptar y permitir las circunstancias o
diferencias de los demás, es no impedir que haga lo que éste desee, es admitir la diferencia o la diversidad.
Para que los niños establezcan buenas relaciones con sus semejantes, es
necesario que aprenda a ser tolerante desde muy pequeños.
La tolerancia juega un papel muy importante en las
relaciones de los niños, adolecentes, jóvenes y adultos con sus iguales y con
su familia. Es importante que ellos escuchen las ideas y las opiniones de
sus pares y de las personas, que acepten sus criterios aunque sean distintos a
los suyos, y que consigan ponerse de acuerdo aún si no lo están tanto. La tolerancia ayuda a tener una buena integración en un
grupo o equipo.
El ser humano no nace tolerante. Su conducta natural es que
todo sea para sí, y que todos estén de acuerdo con él, por lo que es
indispensable que el proceso de aprendizaje acerca de la tolerancia
empiece desde bien temprano.
Aprendiendo a ser
tolerante
El ejemplo de los padres es la mejor herramienta que pueden utilizar para inculcar valores en la educación de los hijos. La tolerancia es un valor importante para el buen desarrollo de las relaciones sociales del ser humano. Un niño puede aprender a ser tolerante:
- Cuando sus padres también lo sean
- A través de cuentos e historias
- Por las actividades que desarrolla
- A través de los juegos
- En la convivencia con los demás
- Aprendiendo a respetar las diferencias
- Conociendo diferentes culturas
- Conociendo los beneficios de la conciliación, de la paz
- Compartiendo, sin pelear
- Aprendiendo a no burlarse de los demás