El domingo 20 de julio de 1969,
el Comandante Neil Armstrong y el piloto de nave Edwin Aldrin, dos afortunados
astronautas norteamericanos, abrieron la escotilla del Módulo lunar Águila del
Apollo 11 y alunizaron en un lugar conocido como el Mar de la tranquilidad. El
tercer astronauta de la misión, Michael Collins, debió permanecer en el Módulo
de mando de la nave orbitando alrededor de la Luna. Mientras tanto, la hazaña
de sus compañeros era presenciada por más de 40 millones de expectantes y
emocionados telespectadores de todos los rincones la Tierra. Tal como dijera el
propio Armstrong, este histórico suceso significó “un pequeño paso para un
hombre, pero un gran salto para la humanidad”.