La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de entenderlo, de tratar de comprender qué
pasa por su mente, cómo y por qué se siente así, pero no desde
nuestra perspectiva sino intentando pensar como piensa él, con sus creencias,
sus valores.
La empatía parte por entender y
comprender que los sentimientos de una persona son posibles y únicos, aunque
nosotros ante una misma situación tuviéramos otros sentimientos.
Las personas con una mayor capacidad
de empatía son las que mejor saben "leer"
a los demás.
Son capaces de captar una gran cantidad de información sobre la otra persona a
partir de su lenguaje no verbal, sus palabras, el tono de su voz, su postura,
la expresión de su rostro, etc. Y en base a esa información, pueden saber lo
que está pasando dentro de ellas, lo que están sintiendo. Además, dado que los
sentimientos y emociones son a menudo un reflejo del pensamiento, son capaces
de deducir también lo que esa persona puede estar pensando.
La empatía está relacionada con
la compasión, porque es necesario cierto grado de
empatía para poder sentir compasión por los demás. La empatía te permite sentir
su dolor y su sufrimiento y, por tanto, llegar a compadecerte de alguien que sufre
y desear prestarle tu ayuda.
Cuando
no se trata de dolor físico, sino emocional, puede ser más difícil saber lo que
la otra persona está sintiendo y requiere un grado de atención y de conciencia
de la otra persona más elevado.
Pero
nunca debemos olvidar que somos seres humanos y que todos tenemos defectos y
virtudes, no debemos atacar a otros por el simple hecho de decir “aaah es que
me cae mal” si a veces con suerte le has dicho hola; hay que construir una
mejor sociedad y eso parte de nosotros mismos, aprender a ser empáticos y
tratar de entender a los de tu entorno aunque no sean de tu agrado.
Cómo desarrollar la empatía
Una persona puede aumentar su
capacidad de empatía observando con más detalle a los demás mientras habla con
ellos, prestándoles toda su atención y observando todos los mensajes
que esa persona transmite, (tampoco ver mensajes errados, ni mal interpretar
cosas que no son) esforzándose por ponerse en su lugar y "leer" lo
que siente. Si mientras hablas con alguien, estás más pendiente de tus propias
palabras, de lo que dirás después, de lo que hay a tu alrededor o de ciertas
preocupaciones que rondan tu mente, tu capacidad para "leer" a la
otra persona no será muy alta.
Pero la empatía es mucho más que
saber lo que el otro siente, sino que implica responder de una manera apropiada
a la emoción que la otra persona está sintiendo. Es decir, si alguien te dice
que acaba de terminar con su pareja y tú sonríes y exclamas
"¡Qué bien!", no estás dando una respuesta muy empática.
La falta de empatía
La
falta de empatía puede verse a menudo al observar las reacciones de los demás.
Cuando una persona está principalmente centrada en sí misma, en satisfacer sus
deseos y en su propia comodidad, no se preocupa por lo que los demás puedan
estar sintiendo y no tiene una respuesta empática ante ellos. Es la madre o
padre que responde con un "mmm" indiferente, cuando su hija pequeña
le enseña con entusiasmo su último dibujo, sin percibir la decepción de la niña
al ser ignorada. Es el marido que llega a casa cansado del trabajo y se sienta
a ver la tele mientras espera que su esposa, que también llega cansada del
trabajo, se ocupe de hacer la cena y de bañar a los niños. O es la persona que
dice no importarle si hay calentamiento global o si estamos contaminando el
ambiente porque considera que ya habrá muerto cuando todo eso sea un verdadero
problema.